Se trata de un espacio de MEDICINA INTEGRATIVA donde se abordan todos los motivos de consulta relacionados con el tratamiento de enfermedades, el bienestar, y la alimentación saludable, DESDE la medicina convencional SUMANDO prácticas complementarias tradicionales y de medicina natural como lo son: la ciencia de la nutrición, el mindfulness, la homeopatía, la importancia de la actividad física y el aprendizaje de habilidades para regular el estrés, la ansiedad y demás estados emocionales intensos.
Como médico clínico me ha llevado tiempo entender que las personas no nos alimentamos sólo de comida; también nos la pasamos degustando nuestras propias ideas, pensamientos, sentimientos, emociones, miedos, impulsos, reacciones; devoramos de forma inadvertida información que llegan de los medios de comunicación y la industria, nos nutrimos de vínculos (positivos o no tanto) con las personas que comparten nuestra vida (familia, amigos, compañeros de trabajo, clientes, pacientes, etc); saboreamos nuestros propios sueños, anhelos, deseos.
Con el eslogan COMER DESPIERTO hago referencia a que podamos notar todo lo anterior que alimenta nuestro día a día, y desde el cultivo del PRESTAR ATENCIÓN empezar a mejorar nuestra calidad de vida.

COMER DESPIERTO proponemos desarrollar las siguientes habilidades:
- Que cada uno pueda aprender a observar sus propios hábitos insanos y condicionamientos repetitivos que intenta abandonar, desvinculándolos del actuar en piloto automático, desarrollando relaciones más equilibradas y sabias con su cuerpo y con su alimentación.
- Que cada uno pueda incorporar aquellas pautas de salud que necesita para estar y sentirse mejor. Esto sólo es posible con un TRATAMIENTO PERSONALIZADO.
- Aprender a incorporar comidas tradicionales caseras, de la mayor calidad nutricional que se pueda, en especial abundantes en verduras, reduciendo el consumo de alimentos ultraprocesados e industrializados ultrasabrosos.
- Mejorar la capacidad de sintonizar con las señales de hambre y saciedad, diferenciando “deseo de comer” de “necesidad de comer”.
- Comer lento y saboreando la experiencia del acto alimentario completo, sin descuidar todos los aspectos físicos, sensoriales, psicológicos y emocionales implicados.
- Disminuir la credibilidad de los pensamientos erróneos o creencias equivocadas respecto a “mi alimentación” y “mi cuerpo”.
- Aprender a regular los estados emocionales tomando acciones más creativas y adecuadas, que no sean solo reaccionar ante las mismas consumiendo sustancias tóxicas, bebiendo o comiendo, o utilizando como muleta cualquier otro comportamiento compulsivo para calmarse.
- Aprender a ser más amables y tolerantes con nosotros mismos, en especial cuando las cosas no salen como esperábamos.
- Compartir estos conocimientos con nuestros hijos, familia y seres queridos.